Controlando el estado del Transformador en lapsos regulares se pueden predecir fallas incipientes, evitando así consecuencias catastróficas. En otras palabras, con un programa de mantenimiento adecuado es posible incrementar la confiabilidad del Transformador, y con ello la del sistema en el que se encuentra conectado.

En la actualidad es común observar como las políticas de muchas empresas, en el afán de reducir costos a corto plazo, han achicado las tareas de mantenimiento (no solo en los transformadores). Sin embargo, es evidente que de esta manera se genera un riesgo de falla mayor al mediano y largo plazo. La técnica de mantenimiento debe necesariamente desarrollarse bajo el concepto de disminuir  los tiempos de intervención sobre cada equipo, con el fin de obtener la menor indisponibilidad para el servicio.

- Limpieza.
- Reparación de pérdidas de aceite.
- Cambio de juntas.
- Revisión, ajuste y/o cambio de conmutador.
- Cambios de aisladores deteriorados.
- Reposición de silicagel.
- Revisión, ajuste y/o cambio de instrumentos, (Relé Buchholz y Termómetro de Cuadrante). Medición de parámetros eléctricos del Transformador.
- Prueba de Resistencia de Aislamiento (Megger).
- Prueba de Relación de Transformación.
- Resistencia óhmica a devanados.
- Cambios de aceite.
- Tratamientos al aceite aislante: Desgasificado, deshumedecido y filtrado.
- Inspecciones internas.
- Medición y control de Temperatura de funcionamiento del transformador y elementos asociados (pernos, barras, conectores, etc.)